lunes, 8 de junio de 2009

MARJANE SATRAPI "Pollo con ciruelas"



Es uno de los cómics que más he releído y más me han hecho pensar.


Es todo él una metáfora. Y el protagonista corre la misma suerte que Emilio o que el protagonista de las calles de arena. (Paco Roca "Arrugas" y "Las calles de Arena")
Satrapi usa dejarse morir como manera de escapar de la realidad. De todo lo que duele.
“viendo que ningún Tar podía devolverle el placer de interpretar, Nasser Ali Khan decidió morir y se tendió en la cama”


Hay varios pasajes que describen perfectamente el dolor que puede causar no estar con la persona que amas. Pero, más que eso, conformarte con dejarte querer. Eso puede matar, sin duda. Te haces daño a ti, pero mucho más al que está a tu lado, sabiendo que estás muy lejos de allí.
La sociedad, la moral, el miedo a ser felices que nos paraliza,…todo lleva a que el mundo esté como esté. Ir en contra de lo que uno desea se convierte a la larga en autodestrucción.


No estar con quién quieres lleva a frases como estas:
“-te casaste con un músico, no con un obrero.
-Y me equivoqué. Eres el error de mi vida. Te detesto. Detesto tu música. Odio tu tar”


O frases aún peores:

“-No te he querido nunca”



El Tar representa la vida, el amor que dejaste escapar. Representa el recuerdo de que una vez fuiste tan feliz, que nada podría sustituirlo. Nada podrá hacer que olvides a esa persona porque fue una historia inacabada. Porque por miedo o por la inercia dejaste pasar el tren. Y no hay nada peor que quedarse con la sensación de qué hubiera pasado.
Nada. Ni siquiera que esa relación, al final, acabe muriendo. Porque vivir, duele menos que no vivir. La vida son círculos. Y mientras uno quede abierto nunca podrás avanzar.
Las cosas pendientes son un lastre de por vida. Especialmente los amores cobardes. Los que no llegan a nada. Son un lastre. Te ahogan. No dejan respirar.
No duele tanto, ni siquiera el hecho de que la persona que amas te diga que ha dejado de quererte. Porque al menos, un día, esa herida cicatrizará. Y podrás volver a querer de nuevo.


Me sorprende especialmente que si le prestas atención a los dibujos, nada es por azar.
En el octavo día, por ejemplo, la luz de ella, contrasta con la oscuridad de todo lo que no es ella. Todo es de noche en su ausencia. Por eso Nasser Ali quiere dejarse morir. Porque nada tiene sentido. Porque ella representa algo que no es real. Y nadie puede estar a la altura de un fantasma.
Cuando ella le dice que no le recuerda, todo queda en la oscuridad.

En sólo dos frases, Satrapi, resume el cómic. Sencillas aparentemente. Pero una vez terminado, ves lo mucho que encierran.

“-¿un Tar? ¡Pero si usted posee probablemente el mejor de todo el país!
-Me lo han roto”



Hay un personaje que describe perfecto al ser humano y su comportamiento:
“-le damos un sentido dependiendo de nuestro punto de vista. Sólo la sabiduría, como la luz de las velas, puede aportarnos una visión global de la existencia.
Y a llave de la sabiduría es la duda.
Si dudaras un poco seguro que serías menos pretencioso.”



Quizá el momento más triste es cuando el personaje decide darla por perdida.
Es una conversación con Azrael:
“-¿es ya un poco tarde para dar marcha atrás?
- No es un poco tarde. Es demasiado tarde.”
Y Nasser ali se conforma. No lucha. Ni siquiera lo intenta. Por eso muere. Porque la persona que fue, la que amó y fue amada, deja de intentar ser feliz.

En el séptimo día hay una hermosa conversación entre hermanos:

“-Nunca olvidaré tu apoyo incondicional. Nunca olvidaré cómo me defendiste ante toda la familia.
-Tú siempre has sido muy valiente. Yo no hice nada.
- No digas eso Nasser Ali. Sin ti, nunca lo hubiera conseguido.
-Yo no quería que estuvieras con un hombre al que no amabas. No quería que destrozaras tu vida.
-Lo conseguiste. Me siento feliz.
-Y yo soy feliz de oírtelo decir…por lo menos habré servido para algo.”

Es lo que hace el ser humano. Lucha por la felicidad de los demás pero no por la suya.
Quizá tenga que ver con que a veces, creemos no merecerlo.



El maestro de Nasser Ali le dice unas palabras terribles. Lo son porque él acabo creyéndolas. El destino nos puede engullir si le dejamos. Y Nasser se deja arrastrar por el miedo de los otros. Y acaba haciéndolo suyo.

“-el amor que sientes por esa mujer se traducirá en tu música, ella estará presente en cada nota que toques”

Lo malo es que lo convence que para que toque bien debe ser un amor imposible. El dolor de la separación hace que la inspiración sea más fuerte.
Y él, cobarde, acaba creyéndole.

Y ella, igual de cobarde, le niega. Dice no reconocerle.
Por eso, cuando él muere (justo antes de volver a pensar en ella diciéndole que no le recordaba ) en el velatorio, todos los personajes están en negro y sólo se distinguen dos figuras. Ella, llorando por no haber sido más valiente, y desear no haberle negado y Azrael mirándola.


Es difícil seguir viviendo cuando te arrancas uno de los pulmones.
Es cuestión de tiempo.

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